El bautismo es el comienzo de nuestra fe y nuestra puerta de entrada a la Iglesia. Es el primero de los tres Sacramentos de Iniciación (siendo la Confirmación y la Eucaristía los otros dos). Por el Bautismo somos liberados del pecado y renacidos como hijos de Dios; nos convertimos en miembros de Cristo, somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión: “El bautismo es el sacramento de la regeneración por el agua en la palabra”. (CCC 1213)